jueves, 3 de diciembre de 2009

Un hombre serio

"El hombre bueno y justo sufre la injusticia, el dolor y la enfermedad y se pregunta por qué... a él"


Cuando se descubra que toda la verdad es mentira... ¿Entonces qué? es parte de lo que los hermanos Ethan y Joel Coen imprimen en la pantalla grande en A serious man. Una historia con paralelismos del libro sagrado de Job, personaje blíblico que cae en desgracia y busca a un dios que no castiga, sino que nos deja libres.
Un hombre de mediana edad, Larry Gopnik, quien es profesor de física radicado en una comunidad judía estadounidense durante los años 60. El también padre de familia, inicia su rutina diaria: va a trabajar y espera ser aceptado como catedrático, pero su esposa está por pedirle el divorcio y presentarle a Sy Ableman, su futuro esposo.

De pronto deja de ver la realidad como la había concebido antes, se hila una cadena de sorpresas desafortunadas, de eventos que le hacen miserable y sobre todo parecen increíbles al suceder consecuentemente: problemas legales, accidentes, muertes, enfermedades, falta de dinero, separaciones e incluso en la realidad del sueño... crueles pesadillas; la mala suerte, sobre todo con una visión religiosa del mundo no es natural, menos cuando no hemos hecho nada para merecerlo, en este punto se cuestiona al espectador ¿hacer nada es bueno o malo?

Entre los problemas de Larry se hallan su hermano Arthur, un adulto con habilidades de matemático "del arte de las posibilidades" y con disfuncion para interactuar socialmente, este se halla en problemas de apuestas y es perserguido por la policía; sus hijos por otra parte son un par de adolescentes demandantes, ensimismados e irresponsables.

De los anteriores, es el personaje del hermano, con quien tiene un lazo estrecho y afectouso, el encargado de abrir puerta a la temática de las perspectivas, el tio Arthur desea una vida estable, esposa e hijos como la de su hermano, aún cuando la "buena suerte" de Larry en esos momentos es algo inexistente... entonces, no somos felices con lo que tenemos sino con lo que quisieramos tener.

El protagonista, un hombre serio, no se quiebra en un ataque de nervios o de ira aunque de vez en cuando llora, tiene fe en las buenas acciones, en que ser un padre provedor, un profesionista honesto y un buen judío servirá de algo, va en busca de rabinos y abogados para que le aconsejen, de los tres rabinos a quienes visita, uno es muy joven y el otro es muy viejo y sabio, sólo logra entrevistarse con el joven que le da el mejor consejo: experimentar lo nuevo, cambiar su forma de observar las cosas.

A pesar de los infortunios que podrían pasar en esta historia que al minuto 105 finaliza, el humor oscuro de sus creadores no termina, se dejan abiertas las opciones porque nada está definido y no existe una verdad; lo que sí desde un inicio se anunció al espectador con la ironía amarga de la historia del pueblo judío, se aclara “No se maltrató a ningún judío para la filmación de esta película.”



D: Joel y Ethan Coen.P: EUA, 2009.G: Joel y Ethan Coen.F en C.: Roger Deakins.M: Carter Burwell.E: Ethan y Joel Coen (como Roderick Jaynes).Con: Michael Stuhlbarg (Larry Gopnik), Richard Kind (tío Arthur), Fred Melamed (Sy Ableman), Sari Lennick (Judith Gopnik), Aaron Wolff (Danny Gopnik), Jessica McManus (Sarah Gopnik), Peter Breitmayer (señor Brandt)Prod: Mike Zoss Productions, Relativity Media, Studio Canal, Working Title Films, Ethan Coen, Joel Coen.Dur: 105 mins. Dist: Universal Pictures.C.: B-15.

1 comentario:

Jonathan Villicaña dijo...

ya me contaste el final, pero con la manera de introducirme al microcosmos etereo del filme me estas forzando a verla