miércoles, 10 de octubre de 2012

La verdadera voz de Jesse Conde


Por Deidalí Gómez

Mientras este actor de doblaje me dice con su familiar voz ronca que el sitio donde nació se llama Astapa, Tabasco, pasa una camioneta destartalada, emitiendo en una bocina la grabación: - ¡Tabascoo… Tabascooo, pida sus platanitos!

La coincidencia hace reír de forma estruendosa a Jesse Conde, quien a pesar de estar por cumplir 60 años el 10 de octubre, conserva la alegría y espontaneidad de aquel niño que para entretenerse inventaba historietas acerca de un huerfanito llamado: Cruz, "Hombre Asombroso".

Nos encontramos en un modesto café de la calle Morena, en la Colonia del Valle, faltan un par de horas para que Jesse ingrese a un estudio de grabación y practique con sus alumnos, la manera de animar personajes con la voz. De vez en cuando detendrá la clase para salir a fumar un cigarrillo o por darle un sorbo al café negro como el que acaba de pedir. Después sabré que los médicos le prohibieron el tabaco y la cafeína porque en el 2010, un tapón en las arterias le causó un infarto cerebral. Tras dos operaciones y meses de rehabilitación, recuperó su vida habitual y sobre todo lo más valioso para su carrera: el habla.  

Jesse Conde tiene nombre artístico desde que nació, aunque en realidad no sabe si es tocayo de Jesse James, el bandolero del Viejo Oeste; o de Jesse Owens el negro que conquistó cuatro oros en las olimpiadas de Berlín 36´. Conde podría parecer apellido, pero es un nombre  que comparten varios miembros en su familia con lejana descendencia italiana. Prueba de ello es Yuri Conde, su hermano.

El padre de este actor que ha dado acento a personajes como el Duende Verde, el capitán Barbossa o The Joker, se llamó Jesús Napoleón Pedrero, era el dueño del cine del pueblo, “El Primavera”, y junto a Doña Guadalupe, quien aún suena jovial al otro lado del teléfono, administraban un salón donde la gente llevaba sus sillas para ver la función en una pared blanca. Éste era el sitio donde Jesse jugaba de pequeño a que era actor e imaginaba que los artistas estaban justo detrás del lienzo.

Sin presión económica alguna, se mudó a la ciudad de México para estudiar la carrera de Derecho, aunque en realidad buscaba aprender actuación y lo hizo por las tardes, en la Academia Andrés Soler. En 1976, recién egresado, tenía la idea de dedicarse a la comedia, comienza a trabajar en una puesta llamada “Los Pepenadores” y conoce a actores como Luis de Alba y Jorge Arvizu. A la par hace radionovelas y tiene su primer contacto con el doblaje.

Sin haber tocado su taza de americano, Jesse cuenta que trabajó haciendo papeles secundarios en películas como “Lo negro del Negro Durazo” y “De lengua me como un plato”; en la televisión colaboró en “El tesoro del Saber”. Para este momento, el corpulento dueño del café sin clientes, decide acomodarse a un metro de nosotros sin disimulo, quiere escuchar el relato:

“Si tú ves una serie con frecuencia, se te va quedando la voz de los actores, la gente me decía: - usted habla como… ¿Usted es locutor, actor, o qué es? Una vez un taxista, me preguntó a qué me dedicaba y luego de explicarle me pidió que con la voz de Lorenzo Lamas, el de la serie "El Renegado", le dijera: Eres un cabrón…. Yo nunca quise tener hijos ni casarme, a mis novias yo las cuidaba para evitar eso. Con mi pareja actual, con quien llevo 25 años, se me cumplió como yo quería y por azares del destino no tuvimos.”

“Empecé a tomar en la preparatoria por querer encajar con los amigos, hasta que en algún momento de mi vida, llegué a pensar que no podría vivir sin alcohol. Perdí coches, me asaltaron…  pero nunca me pasó nada y llevo 12 años sobrio, llegó un día en el que no se me antojó.”

El Padre Santo o Papadzulli como varios de sus conocidos le llaman en reciprocidad a Jesse, quien nunca recuerda todos los nombres, usa el habla rápida y alocada que heredó de su familia, para explicar que no se cuida la voz ni la garganta, pero sí trata de poner el sentimiento para poder transmitirlo. La voz es una forma de expresar sus emociones y su habilidad de manejarla es una herramienta para sobrevivir.

“Mi vida ha sido un show, porque crecí muy independiente, dar clases me ha enseñado por ejemplo a ser puntual… ¿La mejor edad? Han sido los 30, pero también los 60 son buenos. Así ha sido la mía vitta.”

miércoles, 16 de mayo de 2012

Tanatología y eutanasia: De cómo asume la muerte un tuitero

La gente se muere a diario, los famosos… también. 

Sobre ello, los adictos a esta red informamos, reiteramos, opinamos y por su puesto ...¡troleamos! De eso trata este post: De cómo asume la muerte un tuitero.


#MurioJustinBieber 

Noooo, no nomás Justin Bieber... también Chespirito, Fidel Castro, Daddy Yankee, Benedicto XVI y hasta el admirado Paul McCartney, TODOS han sido declarados “gente muerta” de manera virtual. 

Algunas veces ni siquiera importa lo queridos o famosos que sean. Basta recordar a Sir Paul, siendo Trending Topic mundial con #RIPPaul, un mes antes de su esperado concierto masivo en el Zócalo de la ciudad de México. 


En twitter la muerte se acompaña de los hashtag más diversos, ahí están los de eutanasia como: #murioCerati confrontándose  con los provida de #CeratiVive. 

El lunes mataron "de juego" al querido García Márquez, pero quien falleció el martes y de a deveras fue Carlos Fuentes.   

En la lista de personajes virtualmente asesinables se encuentran much@s y por diferentes causas.

#ChicleYPega 

Pero no deberíamos llamar a la Muerte Tuitera a la menor provocación, eso lo supo un tal @Morf0,  quien fue sospechoso de atentado terrorista sólo por escribir en noviembre del 2011: 

"Mañana a las 11/11 les caerá un secretario del cielo... evite reforma"

Pues el día señalado, pasadas las 11, se anunció que el helicóptero en el cual viajaba el secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora se había estrellado; no todos conocían al Secretario, pero “chuirer” se llenó de dramáticas confirmaciones de su deceso, y como en todo funeral hasta los desconocidos hablaron cual  íntimos vecinos del finado. 

No hay nada más morboso que ver el primer tuit de los seres cercanos al fallecido ó husmear la cuenta abandonada del muerto  -como se observa la del secretario‏ @FBlakeM- con su último tuit del 4 de noviembre 2011: 

“Hoy recordamos a Juan Camilo Mouriño a tres años de su partida, un ser humano que trabajo en la construcción de un México mejor” 

¡Qué ironía! 

 #TanatologíaTuitera 

En la red social del pajarito azul, las fases del duelo son distintas, no hay negación ni aislamiento, sino todo lo contrario...  allí se afirma y sentencia en menos de lo que se dice ¡tuit!. 

Pero cuando un personaje querido muere en la vida real, se queda atrás la sátira, se genera una especie de sensacionalismo involuntario con el vicio 2.0 de que la información siempre puede ser ampliada. 

En 140 caracteres es posible cavar una oscura tumba o... erigir un imperturbable monumento. 


Long update: 

El día del maestro (15 de mayo) murió un sensei de las letras llamado Carlos Fuentes, tenía 83 años. Mi TL decía que su deceso fue inesperado, repetía fragmentos de sus mejores libros, notificaba minuto a minuto la cronología de su homenaje en Bellas Artes. Yo nomás apechugaba mientras leía breves discursos de despedida, de esos tuits anuda gargantas escritos por extraños con quienes concuerdo.


#RIP también Donna Summer, queen of disco