domingo, 8 de mayo de 2011

No morir sin....

Aviso: este es del género cursi-gore, gore-cursi, cursi-gore...



Hace 2 días soñé que me moría en un ritual de escuela, que acostados en el pasto me clavaban en las sienes un par de fierros muy gruesos, yo disfrutaba de cómo se iban hundiendo en mi cabeza y de còmo estaba muriendo, sentía bienestar y serenidad, pero me daba miedo dejarme ir pues seguro la muerte iba a ser como dormirse pero sin tener sueños y para siempre... entonces me cuestioné:

- "Esto es morirse de verdad?"…
- ¿Y ya? ... ¿es todo, no volveré a saber de mi?

La verdad se me hacía muy chafa no recibir una notificación tipo FB de "Ahora sí, no es broma ¿eh?, ya estás muerta", y por eso, a la primera oportunidad me eché a correr en cuanto los maestros de la biblioteca se dieron cuenta de nuestro ritual sádico escolapio. Así nduve por la calle escondiéndome y sangrando con 2 hoyotes en la cabeza de los cuales seguro ya me salía masa encefálica ... yo sabía que eso me había cambiado en definitiva, al menos el pensamiento, que estaba moribunda y "medio tocada" pero sin la mínima molestia, fue por eso la decisión de buscar a Roberto para pasar juntos el día -como antes-, lo que quiere decir que estaba en la etapa de la prepa.

Y no esperen un cuento perfecto, los sueños no siempre terminan donde uno quiere ni con un final razonable, este terminó así mientras convivía con la persona que un tiempo fue harto importante.

Desperté y todo el día pensé en el sueño, en la regresión de tantos años... concluí entonces que la vida no se trata de aplicar el dicho "No Morir sin Haber Amado", sino de poner en práctica el "NO MORIR SIN ESTAR AMANDO..."