Estuve de visita en un acuario, en el agua había puerquitos marinos color carne y mantarayas gordas, un close up en una pantalla repetía cómo se mordían unos a otros, los cerditos visiblemente perdían la guerra.
En un estanque apartado nadaba un pez amarillo-negro, enorme y presuntuoso.
Ya dentro de un salón marmolado que sería un museo de Antropología, un político igualito a Cuauhtémoc Cárdenas caminaría entre los salones, rodeado por la reporterisa excitada, alardearía sobre alguna bicentenaria “obra pública”.
Me vi jaloneando a un bonche de puerquitos muertos, como indigente, como loca, como señora de los costales o así.
… Aguados, resbalosos y ahora de color azul-rosa, tenían atada una soga al cuello, como si antes los hubieran sacado a pasear. Y ya me acuerdo que cuando estuve en el estanque, un niño paseaba a los puerquitos marinos, obviamente bajo el agua, el niño también sería marino.
Pero ahora estaban muertos, mojados y apilados en el piso igual de lustroso que su piel.
Y yo no era yo (qué chicle jaja… digo qué cliché de frase) Bueno, me imaginé que yo no era yo, pues cuando vi que Cuauhtémoc, se aproximaba y las puertas del lugar se abrían de par en par, saqué mi cámara, di vuelta desesperadamente al botón para preparar la foto, me abalancé al piso y di click al cuadro:
Los puerquitos yacientes en primer plano, y encima un Cárdenas rodeado de rapiña mediática que lo cuestionaba por los animalitos.
Desperté, yo también estaba depredando.
Me vi jaloneando a un bonche de puerquitos muertos, como indigente, como loca, como señora de los costales o así.
… Aguados, resbalosos y ahora de color azul-rosa, tenían atada una soga al cuello, como si antes los hubieran sacado a pasear. Y ya me acuerdo que cuando estuve en el estanque, un niño paseaba a los puerquitos marinos, obviamente bajo el agua, el niño también sería marino.
Pero ahora estaban muertos, mojados y apilados en el piso igual de lustroso que su piel.
Y yo no era yo (qué chicle jaja… digo qué cliché de frase) Bueno, me imaginé que yo no era yo, pues cuando vi que Cuauhtémoc, se aproximaba y las puertas del lugar se abrían de par en par, saqué mi cámara, di vuelta desesperadamente al botón para preparar la foto, me abalancé al piso y di click al cuadro:
Los puerquitos yacientes en primer plano, y encima un Cárdenas rodeado de rapiña mediática que lo cuestionaba por los animalitos.
Desperté, yo también estaba depredando.
Corrí a contárselo a FREUD.
2 comentarios:
hehe me gustan los puerquitos marinos aunq no comprendo intento relacionarlo con politica pero aun noc muchas cosas supongo q debo leer mas para relacionarlo con tu sueño jojo...
Antes eran conejos, ahora son puerquitos, solo siento que falto saber si Cuauhtemoc giro a la izquierda o a la derecha o si solo buscaba un poco a la reportera....
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